Teléfono de operadora de sobremesa, Europa, ca. 1930,

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teléfono de operadora de sobremesa, década de 1930, diseñada para la conexión manual entre líneas, un proceso común antes de la automatización de las centrales telefónicas. Este modelo, compacto y sólido, presenta una estructura de baquelita, un material típico de la época, con detalles metálicos en el auricular y las conexiones.

El teléfono cuenta con un auricular con dos piezas metálicas que se conectan al cuerpo central, el cual tiene un diseño característico de líneas simples y funcionales. La base incluye dos botones numerados ("1" y "2"), que correspondían a líneas diferentes que el operador podía alternar, permitiendo la conexión de llamadas. Este tipo de teléfonos de operadora era ampliamente utilizado en oficinas y estaciones telefónicas, y su diseño refleja la tecnología de telecomunicaciones de principios del siglo XX.